Leo en AS que Antonio ya ha perdido un kilo y medio. No es una buena tarjeta de presentación. Que mediada la temporada un jugador de 23 años esté con tal sobrepeso es preocupante. O por lo menos pone su actitud bajo sospecha. La indisciplina es la cara amarga de este jugador, un defecto que le ha causado varios problemas dentro y fuera del terreno de juego y que, probablemente, le ha impedido hasta ahora ser uno de los grandes. Porque calidad tiene. Y mucha. Es rápido y habilidoso, un “jugón” en el argot, que consigue goles imposibles y tira caños y paredes sin parar.

Pero la pregunta es si el Madrid necesitaba un jugador de este estilo. No es un depredador de área (su récord de goles en una temporada está en 14), pero sí un excelente segundo punta. Como Raúl, como Robinho. Y si me apuran como Baptista y Guti. Demasiados jugadores en un solo puesto cuando Ronaldo no sale de una lesión para meterse en otra y Soldado aparece en el horizonte como la alternativa.

A pesar de todo, Cassano es una buena operación. Tiene 23 años, mucha calidad y un excelente cartel en Italia. El Madrid se lo ha traído en las rebajas y en junio, si no funciona, puede meterlo en una caja, ponerle el lazo y enviarlo de vuelta a Italia para que se peleen por él Juventus, Milán o Inter.