Bajan revueltas las aguas por el Manzanares (o lo que queda de él). El Atleti volvió a perder. Esta vez el verdugo fue el Zaragoza. Y ahora qué? Pues a esperar que la fruta madure y caiga. Bianchi cuelga de un finísimo hilo y nadie espera que resucite, aunque en el Atleti todo es posible. Es curioso el caso del preparador argentino. En su país es una leyenda, lo ganó todo a nivel nacional y continental. El “virrey” le llaman por esos lares. Síntoma de respeto, el mismo que la vieja Europa no le profesa. Fracasó en su primera aventura lejos de su casa, en la Roma. Corría el año 96 y Bianchi fue defenestrado sin miramientos. Volvió a su refugio y recuperó la gloria, esta vez con el Boca post-Maradona. Cerezo se acordó de él este año y le montó el mejor Atlético desde el doblete. Torres, Kezman, Petrov, Maxi, Perea…Son nombres importantes, pero inocuos hoy en día por su fútbol lento, sin profundidad. Falto de pasión. La afición quiere culpables y Bianchi es la carnaza que les va a entregar el Presidente. Cuando todo acabe, el “Virrey” volverá a su tierra para no volver jamás a salir de allí. Como en casa no se está en ningún sitio, debe pensar.